Fue un día precioso, empañado solo por la ausencia de dos sobrinas que nos dejaron bastante jóvenes victimas de cáncer y claro está, sus familiares más directos aunque asistieron, estaban muy emocionados
El brindis fue presidido por la foto del tío Apolonio, que fue una persona con la vida muy austera, quizás demasiado, pero cuando se le increpaba , por su forma de ser, siempre nos decía que su patrimonio lo quería reservar para sus ``sobrinicos´´ como así ha sido. Resultó todo muy bonito y pudimos tener ocasión para ver y parlotear con todos los sobrinos de mi marido que para mí siempre han sido ``mis sobrinos´´