domingo, 17 de julio de 2016

Profundizando en el pasado

Al llegar a cierta  edad y si tienes un día triste...te sientas a reflexionar sobre la vida; esa vida que se te escapa a pasos agigantados.

Vuelves la vista atrás y  con cierta nostalgia piensas en tu juventud y más lejana  aún, en tu infancia, que también vivimos todos los que ya somos mayores y que como niños, no era uno consciente de los horrores que habían vivido nuestros padres y el conjunto de la  sociedad. Sólo veías iglesias destrozadas por el fuego, y mucha gente pobre que en gran cantidad pedían  por las casas;  a los que  había que socorrer los que medianamente podían. Esa imagen se grabó en mi  retina de niña y  el paso del tiempo no ha conseguido borrar, al igual que las palabras que mi madre  solía repetir `` DIOS QUIERA QUE MIS HIJOS NO TENGAN QUE VIVIR UNA GUERRA´´

Así continuo mi vida y la de tantas personas de aquella época, hasta llegar a la juventud donde tantas prohibiciones había, donde todo era pecado...,la represión tan grande por parte de los padres, y piensas en la juventud de ahora, que tantas cosas tienen a su alcance y sientes la frustración en tu interior al ver que ya, aunque tu pongas empeño, no puedes avanzar en nada.

Sólo puedes contar con la experiencia que  te dan los años. Antes esto era muy valioso, pero ahora no sirve de nada.

miércoles, 13 de julio de 2016

Vuelta de vacaciones

A la vuelta de unas vacaciones, aunque estas hayan sido estupendas, cuando entras en tu casa tienes la
sensación de que vienes a descansar. Siempre durante estas, tienes una experiencia nueva que contar.
Yo durante estos quince días que he estado fuera, los he aprovechado al máximo. En el Puerto de Santa María acudí con mi hija a un centro de mayores.Ella, junto a unas amigas forman un equipo de lectoras que acuden semanalmente a centros, a leerle a los residentes. Yo tanbién fui lectora por un día, les hable sobre la enfermedad y la actitud que hay que tomar cuando esta se presenta.
Pasamos un rato agradable, que me hizo recordar los meses que estuve en una residencia. Los ancianos entre los que me incluyo ( 81 años) somos muy agradecidos ante cualquier muestra de cariño, y mas cuando viene de gente joven que dedican su tiempo a ayudar, y hacer felices a los demás.
En Sevilla como diría Enrrique Iglesias tuve`` una experiencia religiosa´´que yo acostumbrada desde siempre a escuchar todos los domingos la palabra de Dios, no me causó ningún impacto, al contrario me gustó. Lo que hubiese querido es poder estar mas tiempo con mi hijo.
 En  Málaga los cuatro días que estuve en la playa fueron muy relajantes, en fin solo puedo decir que he podido ver a cinco de mis hijos y algunos nietos que es lo que mas me interesa.