martes, 25 de octubre de 2016

Desde mi ventana

Resultado de imagen de fotos de niños en loja camino del colegio
Llueve sin violencia; el agua cae en diminutas gotas que los transeúntes reciben con alegría, retardando el  acto de abrir los paraguas, sin importarles que esa fina lluvia  caiga sobre sus hombros, como queriendo así agradecer al cielo ese bien que nos otorga.

Al fin el otoño se manifiesta dejando los calores del verano, y nos deja una temperatura agradable;  con el cambio de hora los días se hacen más cortos, empieza  a hacer  fresco por las noches y se agradece sentarse al calorcito de la mesa de camilla,  y si es a comer castañas en compañía, mucho mejor.

Los niños acuden a sus clases lentos y soñolientos los más, otros en cambio, corren por el  temor a que cierren la puerta del colegio ya que el pitido agudo ha sonado, invitando a acelerar la marcha a los más retrasados; van cargados con sus pesadas  mochilas, donde llevan una gran cantidad de libros y cuadernos, que se supone les hacen más fácil el aprendizaje.

Y si así es.... Yo me pregunto ¿Cómo es que los niños de antes con un solo libro (Grado Medio) que teníamos, los mas afortunados, cuidábamos con esmero la ortografía, cedíamos las aceras a los mayores, y también los mejores asientos, tanto en  casa como en la calle y aplicábamos tantas reglas de Urbanidad como nos enseñaban. La verdad... yo no lo entiendo.