lunes, 19 de marzo de 2018

El pequeño Gabriel

Hemos vivido unos días de gran intensidad, emoción y enorme desolación, la desaparición del pequeño Gabriel, ese niño que con su inocente y bonita sonrisa, nos cautivó a todos.
  Deseábamos con impaciencia que apareciera, pero a medida que pasaban los días, nuestra esperanza iba disminuyendo, hasta que al final ocurrió lo que muchos con gran dolor presagiábamos.

    Yo como cristiana,tengo aprendido que todos los seres somos hijos de Dios pero ¿puede El crear semejante alimaña?. Yo creo que es obra de ese ser maligno que unos llaman demonio,otros diablo, o lucifer ,y que en mayor o en menor grado se adueña de los corazones de esos monstruos que permiten que el mal entre en ellos.
     A esos padres que han vivido esos días con gran desesperación, les deseamos que entre tantas personas buenas que han ayudado en la búsqueda del niño, las muestras de cariño y condolencia que han recibido,les sirva (si es que algo les puede ayudar )para ir soportando tanto dolor como les espera a lo largo de la vida.
    Esa madre que caminaba detrás del féretro de su hijo, con esa bonita cara que desfigurada por el dolor, se asemejaba a esas imágenes de dolorosas que en estos días de semana Santa, van detrás del Cristo crucificado y cuya expresión es la misma; la de una madre rota por el dolor .
     Que Dios les ayude tanto a estos padres como a tantos otros, a los que la vida  ha golpeado con la misma fuerza.